Un juez anti derechos humanos

CONTRAEDITORIAL. El abogado y profesor Andrés Gil Dominguez calificó al ministro de la Corte Suprema de Justicia argentina, Carlos Rosenkrantz, adscripto al macrismo, de pobreza intelectual por su patente desconocimiento de los documentos y del sistema internacional de los derechos humanos, de las decisiones de sus órganos y de toda la jurisprudencia del propio tribunal que integra. En el programa Minuto Uno (C5N TV) del día de ayer, también señaló que, en la disertación realizada en la Universidad de Chile, el juez se comportó como un profesor o académico, conducta incompatible con la responsabilidad de uno de los poderes del Estado que ha asumido.

En esta oportunidad coincidimos con la crítica del constitucionalista radical, ahora expresando la estrategia de su partido de diferenciarse de la alianza neoliberal con la que llegaron al gobierno durante 2016-2019.

Tomado de Página/12

En efecto, las sentencias tomadas por los medios -una provocación de parte de un (ex?) abogado de compañías poderosas- no solo manifiestan la pedantería de Rosenkrantz, sino que desnuda una pobreza intelectual de quien conoce la mitad de la biblioteca, exhibiendo un grado de reduccionismo de la naturaleza y extensión de los derechos humanos tal que pinta con total frescura la «miseria de la filosofía» y dogmatismo conservador de los representantes del poder en la Argentina.